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domingo, 11 de septiembre de 2011

Capítulo 51

http://unlibrounmundotumundo.blogspot.com/2011/09/feliz-no-cumpleanos.html


Cuando lo creas posible, hazlo”


El ensayo de aquel día empezó temprano. Cuando Ruth y Lorena llegaron, más tarde que los demás, pudieron reconocer nada más entrar por la puerta del sótano el ritmo que marcaba Víctor con la batería: Skumfuk. Lucas estaba levemente inclinado sobre el micro, situado junto a Rebeca, que pronto comenzó a arrancar de las cuerdas las primeras notas de la canción. No se detuvieron cuando ellas entraron, acompañadas de Javi. Se sentaron en el sofá a contemplar al grupo hasta que terminó la canción, mientras el anfitrión se unía al resto de componentes de Deep&Blue.

Ruth se dio cuenta de que Lucas no las miró en ningún momento hasta que acabaron, seguramente porque de haberlo hecho le habría invadido ese miedo a cantar en público que poco a poco iba superando. Aún así, sabía que su presencia le ponía nervioso.

-Entonces, ¿vais a tocarla en el festival? – preguntó aprovechando el descanso.

-Por ahora, esa es la idea. Pero Rebeca insiste en que nos saltemos la introducción. Se niega a cantar. – Fue la respuesta de Javi.

Lorena sonrió al ver la mueca de Rebeca ante el comentario. Se retiró el pelo oscuro de la cara, escondiéndolo detrás de la oreja, y se sentó en el brazo del sillón donde se había puesto Javi.

-¿Quieres? – dijo él ofreciéndole el vaso de Coca Cola que sostenía en la mano.

Ella negó con la cabeza apoyando la guitarra sobre el sillón.

-No sabemos qué tocar después. Son tres canciones y no nos ponemos de acuerdo. – Ruth pensó que todavía no se había acostumbrado a escuchar aquella vocecita tan dulce saliendo de Rebeca.

-¿Qué tal Fallen Leaves, de Billy Talent? – propuso Ruth, imaginándose a Lucas en el escenario interpretando esa canción. Era de las pocas canciones que conseguían estremecerla con un cosquilleo por todo el cuerpo. Cada vez que la escuchaba en su habitación le resultaba irremediable subir el volumen al máximo y cantar a todo pulmón mientras zarandeaba una guitarra imaginaria dando saltos como una loca delante del espejo del armario.

-No sabemos tocarla – aclaró Javi.

-¿Want you bad, de The Offspring? – intervino Lorena –. Esa canción le gusta a todo el mundo.

-Lo habíamos pensado, pero es una habitual entre el repertorio de The Muckers.

-¿The Muckers actuará en el festival? – La sonrisa y emoción de Lorena desconcertaron a Ruth, y Víctor, al ver su expresión extrañada, puso los ojos en blanco y explicó el entusiasmo de la chica:

-Está enamorada del batería.

-Yo ya tengo mi propio batería.


Y después de considerar otras cuantas posibilidades sin llegar a decidirse por ninguna, y tras un buen rato de ensayo, terminaron tirados en el suelo encima de una montaña de cojines, formando un círculo alrededor de una botella de tequila y seis vasos de chupito.

Ruth se preguntó dónde estaría Natalia, y si la verían aquel viernes por la noche.

-¿No vamos a salir hoy? – inquirió al ver en el reloj de pared que eran más de las once.

Sus amigos se miraron los unos a los otros, y después se encogieron de hombros. Al parecer les esperaba noche de chupitos y guitarras en casa de Javi. No estaba nada mal el plan.

Se levantó para comprobar en el móvil que sus padres no la habían llamado, y al hacerlo, le crujieron los huesos de las rodillas. Javi, que estaba sentado a su lado, se echó a reír.

-Creo que me vendría bien hacer algo más de ejercicio – se justificó ella con una enorme sonrisa.

-Yo salgo a correr un rato todos los fines de semana, no demasiado temprano. Si quieres puedes venir mañana – sugirió él.

Aunque lo de hacer ejercicio lo había dicho en broma, aquella posibilidad le pareció una buena idea. Quizás correr un rato le sentaría bien.

-¿En serio? ¿No seré un estorbo? Mira que yo eso de correr...

-Tranquila – sonrió él, sirviéndose otro chupito y rellenando el vasito que Lorena le acababa de acercar –. Iremos a tu ritmo.


-¡Javi! – jadeó con la garganta helada tras su amigo, viendo cómo se deshacía la nube de vapor que se le había formado alrededor de la boca. A pesar de los guantes, tenía las manos congeladas, y también las orejas, que había intentado proteger en vano con la capucha de la sudadera – ¿Qué tal si hacemos un descansito?

Él se detuvo en un banco, con las gotas de sudor deslizándose por su piel.

-Pensaba que estarías en mejor forma – bromeó con una sonrisa, mientras el aire entraba y salía rápidamente de sus pulmones. Después miró al suelo, con los brazos apoyados sobre las rodillas, e intentó relajar la respiración.

-Bueno, siento decepcionarte. Ahora no te queda más remedio que soportarme. – Tras decir esto, Ruth se echó a reír. Aunque le pareció que no había sido una buena idea, porque pronto le faltó el aire de nuevo –. ¿Y dices que haces esto todos los fines de semana?

-Sí. Me gusta empezar así el día.

-En realidad... es la una de la tarde.

-Madrugar no me sienta tan bien como correr. Y hoy estamos llevando un ritmo tranquilo. – Miró a Ruth con picardía.

-¡Venga ya! Seguro que cuando vienes solo no aguantas ni diez minutos sin sentarte. Lo que pasa es que ahora estás intentando impresionarme. Cómo sois los tíos.

-Me has pillado. – Soltó una carcajada –. Bueno, ¿qué? ¿Seguimos?

Ruth lo miró horrorizada. De solo imaginar que tenía que volver a correr se le revolvían las tripas.

-Espera un minuto, por favor.

-¿Qué tal si lo dejamos por hoy? Te invito a una cerveza, te la has ganado.

Caminaron hasta el bar más cercano y se sentaron en una mesita escondida al fondo del local. Pidieron un par de cervezas y hablaron tranquilamente.

-La verdad es que me muero por que llegue el Festival de Abril – dijo Ruth con brillo en los ojos.

-Yo también. Pero está el problema de las canciones. Además, insisto en que Rebeca debería cantar la introducción de Skumfuk. Tienes que escucharla, es...

El sonido del móvil en su bolsillo lo interrumpió. Mientras él lo sacaba y comprobaba quién le había dado un toque, Ruth pensó que era por lo menos la décima vez que mencionaba a Rebeca desde que habían llegado al bar.

-¿Quién es? – preguntó cuando vio que su amigo soltaba un largo y cansado suspiro.

-Claudia.

-¡Ah! Le gustas.

-Lo que pasó en Nochevieja fue un error... pero ella no parece comprenderlo. Me acribilla a perdidas todo el día. Y yo nunca le respondo. ¿Qué diablos tengo que hacer?

-¿Por qué no hablas con ella?

Él sacudió la cabeza a modo de negación.

-Esas cosas se me dan de pena.

-Pobre chica.

-Bueno, y tú con Lucas... ¿Qué os traéis entre manos? Últimamente se le ve muy contento.

Esa información hizo sonreír a Ruth.

-Me ayuda con francés por las tardes. Eso es todo.

-Ya... – rió Javi echándose hacia atrás y llevándose la cerveza a la boca.

-¿Y tú y Rebeca?

El chico se atragantó y empezó a toser.

-¿Qué dices?

-Bueno, yo no tengo ese sexto sentido que dicen que tenemos las mujeres y que supuestamente nos hace darnos cuenta de cuándo a un chico le gusta una chica... Pero Javi, tampoco soy tonta.

-Tienes razón, no tienes ese sexto sentido. – Y se echó a reír con torpeza, nervioso – Rebeca y yo... – Resopló, como si acabara de escuchar la mayor estupidez del mundo –. Qué cosas se te ocurren.

-Pues a mí me parece que hacéis una pareja estupenda.

-Ya... pues no sé de dónde te sacas esas ideas tan raras.

-Yo creo que tú también le gustas a ella.

Estuvo a punto de atragantarse otra vez.

-Pero si todo lo que hago le parece mal. Es una borde.

-Pero anoche se quedó hasta que nos fuimos todos. ¿Cuándo había hecho eso antes? Siempre se va después de los ensayos. Y ayer no. Eso es... porque le gustas.

Estaba disfrutando de lo lindo viendo cómo Javi estaba cada vez más y más nervioso, pero decidió cambiar de tema, porque no le gustaba la idea de que terminara ingresado en el hospital con un trago de cerveza impidiéndole respirar.

4 comentarios:

  1. Pero si es verdad!! Ademas Javi sabe que le gusta solo que no lo admite.
    Muchisimas gracias por el capi, he visto en twitter que falta poco para que se acabe, que penita me da...
    Besos

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  2. Ya sabía yo que estos terminaban juntos! ^-^
    Y me da mucha pena que se termine ya...
    Gracias por los capítulos!

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  3. Me encanta tu blog, es fantástico como escribes y el estilo es genial. Te sigo :)
    Intentaré leer todo lo que pongas ;)

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  4. Oish, si en el fondo sabe que es verdad, aunque quizás aún no se haya dado cuenta :(
    Seguro que aora se fijará más en ella, en lo que hace, en lo que dice, la mirará más y ohh, al final se dará cuenta de que Ruth tenia razón ^^
    Espero el siguiente ;)

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