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sábado, 19 de marzo de 2011

Capítulo 21

“También hay flores que no se marchitan en invierno”

Ya casi eran las ocho, y les quedaba poco para acabar el mural. A Ángeles se le había ocurrido que podían terminar de decorarlo mojando las manos en pintura y poniéndolas sobre algunas partes vacías de la gigantesca cartulina.
-Bueno, chicos, voy a ir bajando todas estas cosas. Ahora vuelvo a por las latas vacías que hay que tirar. - Dijo Ángeles cogiendo una caja de cartón llena de folios, lápices y más cosas que habían utilizado para el mural.
-Yo me encargo de las latas. - Se ofreció Javi. - Y Rebeca me echará una mano.
La aludida lo miró alzando una ceja pero, al ver el gesto que le hacía Javi saltó de la mesa sobre la que estaba sentada y lo siguió, llevándose consigo una bolsa llena de latas vacías. Ruth observó a Javi, sospechando que aquel gesto tendría algo, o mucho que ver con que ella y Lucas se quedasen a solas. Qué estupidez.
-Nos han dejado la mejor parte. - Dijo Lucas cuando se quedaron solos, cogiendo un mechero para quemar los bordes de un papel amarillento donde habían escrito la biografía de un importante científico. Iba a quemarlo para que pareciera gastado por el paso del tiempo.
-Ten cuidado, a ver si vamos a salir ardiendo. - Rió Ruth al ver que el fuego se comía más papel del que él pretendía quemar. Lo apagó rápidamente soplando.
-¿Y qué harías si eso pasara? - Soltó el papel chamuscado sobre la mesa. - Si se incendiara esto.
-Pues salir por la escalera de incendios, ¿no?
-¿Y si todo el pasillo estuviera en llamas? No podrías salir del aula.
-¡Qué mente más retorcida!
Lucas se echó a reir.
-Yo creo que saldría por ventana. Fíjate, si saltase a ese conducto de ventilación la caída no sería tan grande. - dijo señalando el conducto, que, efectivamente, serviría como escalón.
El problema no sería saltar desde ahí hacia abajo, sino llegar hasta el conducto desde la ventana.
-Yo no sería capaz de hacer eso, así que me acabaría quemando. - concluyó Ruth después de examinar bien sus posibilidades de salir victoriosa de aquella situación que requeriría cierta habilidad con la que ella no contaba.
-Te digo yo que si vieras todo esto ardiendo, saltarías sin pensártelo.
-Te digo yo que no lo haría.
El chico se limitó a reír. Aquella discusión era absurda completamente. Los dos metieron las manos en un plato de plástico lleno de pintura azul y empezaron a decorar el mural. Aprovechando que Ruth estaba distraída, Lucas le pasó los dedos por la mejilla, pintándole dos rallas y soltó una carcajada.
Ruth le dedicó una mirada fulminante que pronto se convirtió en una risilla, entonces deslizó su mano desde la frente hasta la barbilla de su amigo.
-¡Arg! ¿Estás loca? ¿Y ahora cómo me quito yo esto? - gritó Lucas, con media cara pintada de azul. - Yo que tú echaría a correr...
Ruth le hizo caso cuando vio que metía la otra mano en el plato de la pintura roja, y empezó a correr por el aula. Él la persiguió con la mano roja en alto. No tardó en alcanzarla, acorralándola contra una mesa que estaba pegada a la pared.
-¡Cuidado con la ropa! - pidió Ruth levantando los brazos, al ver que no tenía escapatoria. Apretó los labios para evitar reírse. - ¡Y con el pelo!
Lucas se inclinó sobre la chica para pintarle la cara de rojo, pero ella dio un paso atrás, empujando sin querer una lata que había encima de la mesa, y haciendo que se derramase toda la pintura. Se llevó las manos a la boca al ver el desastre, un gesto que pareció divertir mucho a su amigo. Pronto se dio cuenta de que ella misma se acababa de colorear la cara de azul, pero no le dio mucha importancia.
-Deja de reírte. Ahora hay que limpiar todo esto.
Lucas colocó en pie la lata para que dejase de salir pintura, y después se miró las manos.
-Mejor nos limpiamos nosotros primero.

Natalia abrió el contenedor con dificultad, puesto que tenía las manos ocupadas con las bolsas de basura, y después las arrojó dentro. Se sacudió las manos y empezó a caminar de vuelta a su casa, sin dejar de pensar en la conversación que había tenido con Lucas aquella mañana, y en que al final no había podido hablar con Ruth. Se había pasado toda la tarde en el MSN, pero no la vio conectada en ningún momento. Suspiró. La verdad es que desde hacía algún tiempo ni ella misma se reconocía. ¿Qué le pasaba? No sabía muy bien por qué estaba haciendo todo aquello, por qué se había separado tanto de sus amigos, si después de todo, que Lucas no sintiera nada por ella no era ninguna novedad. Llevaba años viviendo con eso y, hasta ahora, no había sentido el impulso de alejarse de él. También durante toda su vida se había sentido inferior a Ruth, pero eso no las convertía en enemigas. Tampoco lo eran ahora, ¿no? ¿Qué estaba haciendo, entonces? No pudo evitar relacionar el tema de la comida con todo aquello. No podía ignorar el hecho de que su actitud había cambiado considerablemente desde entonces, desde que empezó a torturarse a sí misma con la idea de que había engordado.
Se sentó en el escalón de su portal y sintió sus ojos llenarse de lágrimas. Ella no era esa persona. Siempre había considerado que la amistad está por encima de todo, pero últimamente su aspecto físico se había convertido en una prioridad. Ya había llegado demasiado lejos, y no podía permitir que aquello se le fuera aún más de las manos. No podía seguir ignorando los mareos ni lo débil que se sentía desde hacía un tiempo. Estaba dejando que la dieta afectara a su salud... y que cambiase su vida.
Abrió el bolso para buscar su móvil. Tenía que llamar a Ruth y disculparse por todo. Ya no solo por haberle ocultado que sabía que Lucas era Lmusic. También quería pedirle perdón por su comportamiento en esas últimas semanas. Buscando en el interior del enorme bolso, se topó con algo que le llamó la atención: era un paquete de tabaco. Al principio le sorprendió verlo allí, pero no tardó en recordar que el fin de semana anterior Eva le había pedido que lo guardase porque sus padres ya le habían advertido que si volvían a pillarla con un paquete sufriría las consecuencias.
Pasó el dorso de la mano por sus mejillas, secándose las lágrimas y, sin saber muy bien por qué, abrió el paquete y sacó un cigarrillo. Dentro había también un mechero. Hacía mucho tiempo que no fumaba, pero en ese momento le apetecía, así que colocó el cigarro entre sus labios y lo encendió.
-Hola.
Se sobresaltó muchísimo al escuchar aquella voz, amable y masculina, justo a su lado. Pero más se sorprendió cuando, al levantar la mirada, encontró junto a ella al chico de la Coca-Cola.
-No sabía que fumaras. - dijo antes de que ella pudiera saludarlo.
-No fumo.
-Ah, perdona, como te he visto con un cigarro encendido en la mano, se me ha ocurrido que a lo mejor fumabas. Qué tontería, ¿no? - soltó una carcajada. - Supongo que tampoco estás llorando.
-No estoy llorando.
El chico se echó a reir y después se sentó junto a ella, dejando escapar un suspiro. Llevaba el pelo castaño despeinado. Pronto descubrió que esto era porque constantemente paseaba sus dedos por la cabeza, alborotándolo.
-Bueno, ¿y cuál es el motivo de que no estés llorando? - Nat no pudo evitar sonreír al escuchar la ironía del chico.
-No te conozco de nada.
-¡Vaya! Pues no esperaba escuchar eso. No llores más, entonces, que ya estoy yo aquí para solucionar el problema.
-No estoy llorando por eso.
-Pues eso habíamos dicho, ¿no?
-Eres tú muy gracioso, ¿no? - dijo ella imitando el tono del chico, pero con una sonrisa en los labios.
-Venga, Natalia, ahora en serio. ¿Qué es lo que te pasa?
-¿Cómo sabes mi nombre? - preguntó sorprendida.
-Esta mañana, cuando tu amigo fue a buscarte para hablar, te llamó Nat. Pensando mucho he llegado a la conclusión de que tu nombre completo es Natalia. - volvió a reír. Tenía una risa muy agradable, quizás porque la utilizaba mucho. Siempre se ha dicho que todo mejora a base de práctica.
-Yo... no fumo. - aclaró la chica apagando el cigarro en el suelo. - No sé por qué lo he hecho.
-Supongo que a veces esperamos encontrar consuelo donde no lo hay. - el chico abrió una mochila que había dejado junto a él, sacó de ella dos latas de Coca-Cola light y le ofreció una a Nat. - ¿Te apetece?
-¿Por qué light? - preguntó aceptando el refresco. - Los chicos no soléis medir mucho las calorías, ¿no?
-No es por las calorías, es por el azúcar. Soy diabético. Y, en mi opinión, tú tampoco deberías preocuparte mucho por engordar - miró a Natalia, acurrucada rodeando sus rodillas con un solo brazo. - Estás muy delgada.
-No es verdad. - respondió ella, aunque tuvo que esforzarse por contener una sonrisa. Le encantaba escuchar aquello.
El chico la miró perplejo. No podía estar hablando en serio. De hecho, estaba demasiado delgada. Natalia se sintió algo avergonzada cuando se dio cuenta de cómo la estaba mirando.
-Me parece que no ves muy bien. - dijo él prestando ahora su atención al suelo, sin saber muy bien qué decir. Después dio un sorbo a su Coca-Cola.
La conversación empezaba a incomodar a Nat, así que decidió cambiar de tema.
-Bueno, ¿y tú en qué curso estás?
-Segundo de Bachiller. Humanidades. ¿Y tú?
-Primero de Bachiller. Ciencias. - soltó una risilla irónica después de decir eso. - Aunque tendría que haber pedido Sociales.
-¿Y eso? ¿Tan pronto te has echado atrás?
-Es complicado.
En el móvil de Nat empezó a sonar When I come around de Green Day, antes de que el chico pudiera decir nada. Era su madre, que estaría preocupada porque su hija estaba tardando más de la cuenta en tirar la basura. Últimamente tenía un comportamiento demasiado sobreprotector.
-Me tengo que ir - se disculpó la chica encogiéndose de hombros.
-Bueno, ya nos veremos otro día – respondió él imitando el gesto de Natalia con las manos dentro de los bolsillos del pantalón, antes de darse la vuelta y marcharse.
Cuando ya se había ido, Nat miró la Coca-Cola que sostenían sus manos y sonrió en silencio. Una vez dentro del ascensor, se dio cuenta de que ni siquiera le había preguntado su nombre.

2 comentarios:

  1. porfiinn¡¡ hacia muchisimo que no actualizabass¡¡¡ que bonita la escenade la pinturaa¡ jaja me ha encantadoo..:), espero que subas pronto el siguiente capitulo besos..:)

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  2. Diooooooos (: Que ganas tenia ya, precioso, ya no hace falta que te lo diga no? Yo espero subir uno prontoo :)
    Espero el siguiente impaciente :D

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